Esta es la historia de cómo utilicé Claude para navegar el complejo mercado de autos usados en Estados Unidos, eligiendo estratégicamente una Ford Expedition usada y ahorrando $500 gracias a una estrategia de negociación asistida por IA. El proceso incluyó desde la definición de criterios de búsqueda hasta la negociación final del precio, aprovechando la asistencia de Claude para superar la asimetría de información del mercado.
Me remonto un año y medio en el tiempo, a Septiembre de 2023. Aviso: si no te gustan las historias, andá directamente a la sección 3, en la que explico cómo usé Claude.
A mi mujer y a mí nos encanta ir de camping. Lo hacemos prácticamente desde que nos casamos y nuestros hijos no ven la hora de que el clima se ponga un poco más lindo para poder irnos de campamento. Sin embargo, en Septiembre de 2023 mi mujer me planteó pasarnos al lado oscuro: comprarnos un pop up camper. Un pop up camper es la versión más barata y rústica de un RV (recreational vehicle, en inglés o casita rodante, para hacerla más fácil). Es básicamente un trailer que se engancha a cualquier auto preparado para tal fin. Viene con una manija para -literalmente- darle manija y que se levante (pops up, en inglés) el techo, dejando una especie de carpa con piso y techo rígidos. Viene con enchufe, heladera, aire acondicionado y lugar para guardar. Yo compré uno de 1997 muy bien cuidado. Los modelos nuevos vienen con muchos más chiches, desde luego.
Con nuestro Chevy Traverse estábamos confiados que podíamos tirar del trailer sin problema (el manual del auto nos daba confianza). Planeamos un viaje de ensueño por la provincia de Quebec, en Canadá para el verano (del Norte) de 2024. Desde Washington, DC, donde vivimos, serían unas 12-14 horas de manejo.
Hago corta la historia. Pudimos ir y volver, pero nos costó sangre sudor y lágrimas. Cuando estábamos llegando a Canadá, los caminos cuesta arriba los hacíamos a 25 millas por hora y el auto empezó a tironear fuerte. En el medio llevamos el auto al taller en Montreal. La vuelta fue mejor que la ida, pero el auto quedó con algunas secuelas. Sobre todo nos quedó claro que no podíamos volver a llevar el pop up camper con nuestro Chevy Traverse.
A esto se sumó que nos enteramos de que mi mujer espera otro bebé, el sexto. Ya íbamos a necesitar 3 filas completas de asientos (8 en total). El espacio que le queda libre en el baúl al Chevy con las 3 filas arriba es minúsculo. Era necesario más espacio. Eso, sumado a la necesidad de más poder de remolque, hizo que nos decidiéramos a comprar un SUV extra grande: con 8 asientos y espacio de carga significativo.
Luego de largas deliberaciones y alguna visita a una concesionaria, decidimos comprar una Ford Expedition usada. ¿Por qué usada? Por el dicho popular que asegura que un auto nuevo pierde valor al momento de salir del concesionario. Parecía que todo había terminado, pero recién estaba comenzando.
El mercado de autos usados en USA es gigantesco y muy dinámico. Algunas estimaciones aseguran que para 2027 superará los US$300 mil millones. En cada ciudad importante hay múltiples concesionarios y se pueden encontrar decenas de opciones de los modelos más populares. Lo bueno es que la competencia ayuda a bajar los precios. Lo malo es que los autos usados no son homogéneos.
Además de las variables más obvias, como la antigüedad y el millaje, hay otras variables no tan evidentes para gente más bien ignorante del rubro como mi mujer y yo:
Toda esta información está disponible online en plataformas como CarGurus.com y Carfax.com, que usamos para nuestra búsqueda.
En este mar de información estábamos mi mujer y yo. ¿Cómo hacer para decidir bien? ¿Debíamos comprar u obtener un lease? ¿Cuál era la mejor opción para financiarlo? ¿Cuán nuevo debía ser el auto? ¿Hasta cuántas millas es razonable? ¿Más vale un auto nuevo con muchas millas o uno más viejo con menos millas? ¿Hasta qué punto vale la pena un trim superior cuando el resto de las variables no son iguales?
Lo primero que queríamos era una orientación general; alguna regla sencilla que nos orientara al menos en la antigüedad y el millaje del auto. Para eso acudimos a Claude.ai. En mis prompts le especificamos que:
Como respuesta, Claude nos recomendó que:
Con estas recomendaciones, volvimos a los sitios de autos usados y empezamos a seleccionar los modelos que nos parecían mejores. Al mismo tiempo, buscamos opciones de financiamiento. ¡Conseguimos una tasa de interés del 4.99% a 60 meses! Para que se den una idea, la tasa de referencia de la Reserva Federal de Estados Unidos para los préstamos interbancarios era de entre 4.25 y 5% en ese momento (marzo de 2025).
En base a los criterios sugeridos por Claude, elegimos las 5 mejores opciones en los sitios de usados:
Le pedimos ayuda a Claude nuevamente, proporcionándole todos estos datos junto con nuestros objetivos. Claude redujo esas 5 opciones a dos, que dominaban a las otras tres:
El siguiente paso fue pedirle un criterio más claro para elegir entre ambos modelos. Claude determinó que la diferencia de valor "real" entre ambos autos debía ser de $1450. Por lo tanto, según la diferencia actual de $950, convenía el modelo 2014 con menos millas.
Del saber popular había quedado grabado a fuego en mi mente que los precios de los autos están inflados siempre. Por lo tanto, me preparé para negociar con la ayuda de Claude, que generó una estrategia de negociación con estos puntos:
En mi visita al primer vendedor todo anduvo bien; demasiado bien. Después de manejarlo noté que tenía un pequeño indicio de óxido en la puerta del baúl, un problema que había tenido con un auto anterior y que puede empeorar con el tiempo. A pesar de esto, conseguí que me bajara el precio a $11500, aunque internamente no creía que lo fuera a comprar.
De ahí me fui a ver al modelo 2017. Lo probé y realmente era mucho más cómodo: se notaba que era más nuevo y que era un trim superior. Siguiendo la recomendación de Claude, intenté negociar fuerte y ofrecí $12500, pero me encontré con un vendedor menos flexible porque lo tenía en venta desde hacía menos de una semana.
El vendedor se sorprendió con mi alternativa y me preguntó detalles. Encontró el otro auto y sospechó del problema de óxido debido a su procedencia de Buffalo, New York, una zona con mucha nieve. Me ofreció $13800. Yo subí a $13000. "Lo mejor que puedo hacer es $13500", me dijo. Hice silencio y le ofrecí $13200. "No", me dijo. "Muy bien", le contesté, e hice ademán de irme. El vendedor dudó un momento y me dijo: "$13400". Sin alternativa por fuera, entendí que probablemente fuera lo mejor que podía conseguir. El auto me había gustado y ya había conseguido un descuento de $500 sobre un auto que dominaba a los demás del mercado. Entonces acepté.
Claude no pudo capturar algunas sutilezas importantes que descubrí durante el proceso:
El uso de una IA como Claude no reemplaza la inspección física y la intuición humana, pero definitivamente nivela el campo de juego entre compradores y vendedores profesionales. Para mi próxima compra, volveré a usar este método pero incorporando estas variables adicionales al proceso.